viernes, octubre 14, 2005

Esta mañana...

En una esquina de Rivadavia -pasando Once-, en que yo esperaba un taxi porque debía volver a casa cargada de bolsas, había un muchacho de veintitantos años limpiando, como tantos, los vidrios de los coches. Realmente, me quedé mirando, maravillada, lo bien que lo hacía. Cuando se abrió el semáforo, se ve que me vio, se acercó y me dijo: "Quiero ser salvado por Dios". -(Me impresiona mucho cuando las personas por verte "hermana" se te acercan así, con esa apertura de corazón... Y más cuando son muchachotes jóvenes que una diría que están totalmente en otra).
Después de unos segundos le contesté: "¡Sí que estás salvado por Dios! ¡Por supuesto que Dios te quiere muchísimo!"
Se me quedó mirando, hondo y abierto, y me dijo: " ¡Pero no se aparece... no se aparece!"
Yo, tan de pocas palabras como él, por fin le agregué: "Es verdad, no se aparece: los hombres hemos puesto todo muy opaco"... "¡Pero está! ¡y te quiere muchísimo!... (adentro mío pensaba, o sentía: ¡La Fe!).
En ese momento apareció el taxi -había comprado un montón de vasos y platos descartables, por lo que me acompañaba un señor de la tienda, para subirlos al coche, que se sonreía- y lo empezamos a cargar. Me despedí, y él me dijo: "¡Suerte, Doña!", a lo que contesté: "¡Igualmente!"
............................
Hace un ratito, en mi rato de adoración a Jesús en la Eucaristía, me acordaba de él.
¡Aquí sí se aparece Dios! pensaba...
Y a Jesús le conté de él, lo que no supe contarle a él de Jesús.

7 comentarios:

Milkus Maximus dijo...

UUFFFF hermana. Es todo un tema!!
Si ya es todo un tema la experiencia de Dios, me imagino que no cualquiera tiene el don de saber transmitirla.
Además, el nombre de Jesús está tan usado, manoseado, manipulado, devaluado entre los que no creen.
¿Y qué hace uno en un caso así, de "hambre" tan espontáneamente cantada? ¿Uno sigue su camino atento a sus obligacines cotidianas? ¿Uno se queda y comparte unos momentos más a ver qué dispone la Providencia?
Debe ser difícil decidir ... Yo, por mi parte, la incluyo en mis oraciones.

hna. josefina dijo...

A mí me pasa lo mismo.

XavMP dijo...

Bueno, lo importante es que a veces solo con un cruce de palabras a Jesus le alcanza para iluminar.

Te pueden tirar una gota o un balde, pero a la larga te terminan mojando.

Marina dijo...

No sabemos nada, ¿no? finalmente...en mi vida fueron decisivos momentos y personas que no deben tener la menor idea de lo mucho que me significaron; en parte porque las circunstancias no daban, en parte por cortedad mía, en parte vaya a saber por qué...y me alienta creer que nada de lo que amamos es en vano. Después, cada uno se las arreglará para ver cómo le toca amar en cada momento, pero a mí, de verdad, hubo miradas, manos en mis hombros, comentarios al pasar, sonrisas, que nadie quizás más que yo supo que me estaban cambiando la vida...

hna. josefina dijo...

¡muchas gracias por los comentarios! coincido con todos.
Mi amigo el limpia-vidrios!... ya lo siento así. Ojalá lo vuelva a encontrar.
Franca, es la plaza V.López ¿sí?

hna. josefina dijo...

¿Qué le pasó a Zhivago?

Anónimo dijo...

"Más importate que hablarle a los hijos de Dios, es hablarle a Dios de los hijos", leí por ahí.
Ambas cosas son importantes, pero si sólo tienes una porque no atinaste o no pudiste, queda la que siempre está ahí: ¡hablarle a Él de los demás! ¡Ánimo Hermana!