miércoles, febrero 25, 2009

Me pregunto

¿Cómo puede ser que haya tope obligatorio de velocidad para los automóviles y otros medios de locomoción en todos lados, y -sin embargo- se permita que los fabriquen con capacidad de correr tantísimo más?
¿Por qué no hacer una convención mundial estableciendo una velocidad máxima, prohibiendo, de ahí en más, la fabricación de nada capaz de excederla?
¿No sería muchísimo más sensato? Ahorraríamos tantas desgracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En un país como la Argentina donde las rutas son en su mayoría de un sólo carril por mano es bueno que los autos puedan levantar velocidad por encima de la permitida. Si no fuese así, los accidentes serían muchos más. En todo caso, lo que sí debería hacerse es quizá colocar un sistema (creo que existe en algunos países para los micros de larga distancia) que evite mantenerse por encima del límite de velocidad máxima por más de una cierta cantidad de segundos.