sábado, febrero 25, 2012

Tragedia de Once


Todavía estamos todos con la tristeza del accidente del miércoles.
Pero lo que nos la ahonda, mucho más todavía, es el dolor de que haya ocurrido porque vivimos una época -en nuestro país al menos- en que, muchas veces, no nos hacemos responsables los unos de los otros.
Sucedió algo que estaba demasiado previsto, y hasta anunciado.
Y, además, lo que es peor, pareciera que una vez más no nos servirá de escarmiento, porque ya parece una completa ilusión pensar que no va a seguir todo igual.

3 comentarios:

Fernando dijo...

Eso dijo la tele en España, hermana: que muchos viajeros ya habían denunciado la mala conservación del sistema, que todo va mal desde que Menem lo privatizó, que el accidente tenía que ocurrir más pronto o más tarde.

Ojalá que este hecho terrible sirva para corregir lo que haya que corregir.

ALMA dijo...

Muy claro, Hermana. Soy usuaria de tren a diario para ir a mi trabajo y todos en cierta forma somos reponsables, porque en mi caso personal hago la vista gorda a que haya significativos atrasos, a que haya olor a quemado, a veces llueva dentro de los coches, a la suciedad, a que manden coches con ventilador en invierno y sin ventilador en verano, a la falta de seguridad, a las puertas rotas, a las ventanillas rotas, a los asientos rotos, al piso roto, a los temibles "balanceos" de la formación en determinados lugares, donde me agarro de donde puedo porque siempre pienso que va a descarrilar, puedo seguir con la lista. En todas las línes es similar, creo que si no hay mas tragedias, es porque Dios está protegiendo los pasajeros y este final es anunciado y creo que van a seguir los percances y no se va a modificar, ni cambiar nada. Es triste pero es así.

Buena semana Hermana

maria jesus dijo...

Muy triste. Ojalá sirva para que se produzca un cambio; pero es terrible que tengan que ocurrir estas cosas para que se haga lo que se debería haber hecho para prevenirlas.

Un abrazo, hermana