viernes, julio 13, 2012

En el Comedor


No tenemos muy clara la razón pero en el comedor estamos teniendo bastante menos asistentes. 
En realidad, sabemos por qué no vienen varios de los que venían: algunos gracias a Dios –no muchos pero cada uno es importante- porque están trabajando, otros por enfermedad o incluso porque hace mucho frío para salir a la calle; pero no nos explicamos cómo es que se inscriben tan pocos nuevos… Ya que no pareciera que aumentara la oferta de trabajo sino todo lo contrario.
Mientras escribo, creo que para estas fechas el año pasado vivimos lo mismo.
En fin, la cosa es que por ahora el número de comensales disminuye de a poquito. Están viniendo entre veinticinco y treinta diarios sobre unos cuarenta y cinco apuntados.

Por otro lado, vemos que en lo que sí vamos creciendo es en las relaciones personales. Tal vez porque son menos, es como si nos conociéramos más; podemos ir siguiendo y a veces acompañando el camino de unos cuantos.
Siempre tratando de respetar sus vidas. El que quiere, o la que quiere, te va teniendo al tanto, te muestra algunas fotos, te cuenta cómo anda; y otros –que en general son también muy gentiles- en cambio son mucho más reservados. 
De todos modos, siempre se nota por un signo u otro que el cariño va creciendo.

3 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

"De todos modos, siempre se nota por un signo u otro que el cariño va creciendo."

Y esto es lo más importante de todo, ¿no?

AleMamá dijo...

Iba a decir lo mismo que Juan Ignacio, Josefina, porque del cariño y la confianza pueden salir cosas muy buenas con miras a la vida eterna de esas personas, que ha sido el fin tradicional de las obras de caridad como el comedor. Eso hace la gran diferencia con la ayuda subsidiaria del estado o las ONG's

Un beso y que vaya bien tu trabajo ahí

ALMA dijo...

Coincido, Hermana, con Juan Ignacio.

Le he enviado un correo.

Un cariño Hermana